Cosas de casa: Padres e hijos que triunfan en el mismo deporte

Cosas de casa: Padres e hijos que triunfan en el mismo deporte

Dicen que de tal palo… tal astilla. Y aunque en la mayoría de los casos la vida es como la Ley de Murphy, en el deporte encontramos algunos ejemplos donde el concepto “dinastía deportista” se cumple a rajatabla. O lo que es lo mismo, hijos que siguieron los pasos de sus padres:

  1. Los Zidane. Ni uno de los 4 hijos que tiene Zinedine Zidane se salva. Todos han seguido la estela de su padre y aspiran a convertirse en grandes estrellas del balón.
  2. Los Ali. Lo difícil no es seguir los pasos de tu padre, sino incluso igualarlos. Y esto es lo que hizo la octava hija de Muhammad Ali. Bueno, igual hemos exagerado al decir que los igualó, pero la boxeadora consiguió ganar 21 de los 24 combates que ha disputado por KO.
  3. Los Bonds. El duplo perfecto lo componen Bobby y Barry Bonds –padre e hijo respectivamente-, dos mitos del béisbol americano. Entre los dos han llegado a sumar 17 selecciones para el All Star, 11 Guantes de Oro y 1094 ‘home runs’.
  4. Los Maldini. Tres generaciones de futbolistas no suele ser una cosa frecuente en el mundo del balompié. Si Cesare (abuelo) destacó por ser uno de los mejores defensas del Milán, Paolo (hijo) alcanzó la leyenda “rossonera”. Ahora es Christian quien encarna las esperanzas de seguir forjando la dinastía Maldini en las filas del Milán.
  5. Los Nieto. Pese a los intentos del legendario campeón del mundo Ángel “Gelete” Nieto por que sus hijos no se dedicaran al motociclismo, ni Ángel ni Pablo se dieron por vencidos. El mayor se pasó luego a automovilismo, y en 2008 se retiró para conformar junto a su padre y hermano un equipo de moto GP.
  6. Los Schumacher. ¡Lo que es el peso de un apellido! Mick, piloto de fórmula 1, empezó a competir con el apellido de su madre, tal vez por no querer que lo relacionasen directamente con el de su padre, estrella mundial de este deporte. Cuando Michael padre sufrió el trágico accidente, su hijo empezó a lucir sin miedo su apellido, a modo de homenaje.

Cuando padres e hijos triunfan en el mismo deporte, ¿será una cuestión de genética o de aprendizaje? No sabemos si el talento se transmite de generación en generación, pero parece que, por lo menos en el deporte, la pasión sí que es hereditaria.